¿Cómo saber qué tipo de terapia es ideal para mí?

Este artículo te guía con claridad, evidencia científica y preguntas clave para que puedas elegir el enfoque terapéutico más adecuado según tu historia, tus necesidades y tu momento vital.

TERAPIA ONLINE

Lic. Cannizzaro Macarena MP 12441

10/5/20252 min read

Buscar ayuda psicológica ya es un acto de valentía. Pero una vez que decidís empezar, te encontrás con un nuevo dilema: hay tantos tipos de terapia que podés sentirte confundid@. Terapia cognitivo-conductual, psicodinámica o psicoanálisis, sistémica, humanista, ACT, Gestalt…

¿Por qué no hay una única terapia “mejor”?

Toda corriente terapéutica está fundada en teorías distintas sobre cómo ocurre el cambio psicológico: unas se enfocan en pensamientos, otras en emociones profundas, otras en vínculos, otras en aceptación.

Tengamos en cuenta que cada persona es distinta por lo tanto la diversidad de enfoques puede ayudarnos a encontrar el camino que mejor se adapta a nuestras necesidades.

Por ejemplo:

  • La terapia cognitivo-conductual (TCC) parte de la idea de que nuestros pensamientos influyen en nuestras emociones y comportamientos. Se centra en identificar patrones disfuncionales y modificarlos con herramientas concretas.

  • La terapia psicodinámica se enfoca en el pasado, los vínculos tempranos y lo inconsciente. Busca entender cómo experiencias previas siguen influyendo hoy.

  • La terapia humanista y Gestalt pone el foco en la experiencia presente, el crecimiento personal y la autenticidad.

  • La terapia sistémica ve a la persona como parte de un entramado de relaciones: familia, pareja, grupos. No trabaja solo con el “individuo”, sino con los sistemas donde está inserto.

  • La ACT (Terapia de Aceptación y Compromiso) propone dejar de pelear contra lo que sentimos y aprender a actuar según nuestros valores.

Cada una propone un camino distinto. Pero más allá del enfoque, lo que más influye en el éxito de la terapia es la calidad del vínculo terapéutico. Lo dice la investigación: sentirte comprendido, aceptado y genuinamente acompañado es clave para que el proceso funcione.

Autoexploración: ¿qué necesitás hoy?

Estas preguntas te pueden ayudar a orientar tu búsqueda:

  • ¿Quiero comprender el origen de lo que me pasa o resolver lo que me afecta ahora?

  • ¿Prefiero una terapia estructurada y con tareas, o un espacio abierto para explorar?

  • ¿Busco herramientas prácticas o un espacio para pensar y sentir con profundidad?

  • ¿Estoy atravesando una crisis puntual o una búsqueda personal más amplia?

  • ¿Quiero trabajar solo/a o incluir a mi pareja o familia?

  • ¿Qué tipo de vínculo necesito con mi terapeuta: alguien activo y directivo, o alguien más reflexivo y acompañante?

Responder esto no te da una fórmula exacta, pero sí te acerca a lo que necesitás hoy. Y eso ya es un gran paso.

IMPORTANTE: algunas terapias combinan enfoques (modelo integrativo), lo cual puede ser útil si no te identificás con una sola corriente.

Tene en cuenta... Elegir una terapia no es elegir para siempre, ni elegir “la correcta” según un manual. Es elegir con honestidad, desde lo que necesitás ahora. Y si no estás seguro, también es válido probar. Un primer encuentro no te compromete: es una oportunidad de explorar.

¿Cuál es la indicada para vos?

La respuesta corta es: depende. La larga, vale la pena explorarla.

Este artículo no te va a decir “esta es la mejor terapia”, porque no existe una respuesta única.
Pero sí te va a ayudar a conocerte mejor, entender qué ofrece cada enfoque y tomar una decisión más informada.